Querido Dios (26)
La Espera
Estás han sido unas de las semanas más difíciles de mi vida.
Sé que soy bendecida en abundancia, no sólo por la salud que aún tengo, sino también por la paciencia y el amor de mi familia y de mis amigos.
En esta semana he sentido alegría y felicidad, y también tristeza y una profunda soledad. Saber que te diagnosticaron con metástasis y esperar con ansiedad los resultados de un estudio molecular para que éste defina el tratamiento a seguir, es una prueba inmensa de paciencia y fé. A esto agrego el fuerte dolor que aún estoy experimentando por mis dos anteriores cirugías, y por ende la necesidad de tomar medicinas supremamente fuertes.
Dado que mi proceso ha sido tan largo, para algunos he pasado a un plano borroso y casi inexistente, para otros me he convertido quizás en una obligación humanitaria, y también están aquellos que me ofrecen su amistad verdadera y que logran conectarse realmente de corazón a corazón, siendo auténticos manifestándome su amor y apoyo.
Sé que son momentos difíciles, y también sé que son pasajeros como todo en la vida. Sé que Dios está conmigo y me está preparando para algo mejor.